lunes, 18 de mayo de 2009

Zorrillo el último


texto: Roxanna Erdman
ilustraciones: Enrique Martínez
LIBRO ILUSTRADO

Primera edición en español: 2002
Segunda reimpresión: 2007
Alfaguara Infantil


El zorrillo ahuyenta los colores. Por eso es negro, con una franjita blanca que reluce en su lomo como la de una autopista recién pintada. Junto con los pandas y las cebras, proviene de la época en que el mundo aún no era a colores.

Primera impresión
Conocí a Roxanna Erdman en el diplomado de ilustración de Casul. Nos dio una plática por demás entretenida acerca de literatura, ilustración y, luego de dos que tres interrupciones de una compañera que jamás apagaba su celular y de las campanas de una iglesia que repicaban a la menor provocación, Roxanna nos presentó Zorrillo el último y nos habló de lo que era un bestiario.
Así, cuando algún indeciso pasee por la librería y con la suficiente suerte tome este libro, notará que le habla, apela a uno, lo exhorta a leerlo (pst, pst!): “Éste es un bestiario. ¿Que qué es un bestiario? Ah, pues un conjunto de retratos de animales, de historias que los describen de la nariz a la cola (o del pico a las patas, según). Son retratos narrados y podrían ser retratos hablados si alguien te los leyera en voz alta mientras intentas imaginar qué rayos hace el zorrillo en el título de este libro”.
De vuelta en el diplomado, a cada uno le fue asignado un animal para ilustrar. A mí me tocó el tlacuache y recuerdo hasta ahora la imagen del tlacuache que sin haber visto las ilustraciones originales contemplé pendiendo como hoja de un árbol en la noche de los tiempos, hasta que se secó y cayó para convertirse en el animal que hoy conocemos: “Cuando la nostalgia se le mete en el cuerpo, paso a pasito va y se instala a colgar de una rama. No sería raro que un día reverdeciera”.

Las ilustraciones, en blanco y negro, están llenas de simpatía y precisión. Los personajes le hacen justicia al texto, lo complementan. Dibujos tradicionales con tinta y plumilla (tal vez estilógrafo) se descuelgan de la parte superior de la hoja o se asoman a intentar leer o esperar a que alguien abra el libro y, tal como la escritora impulsara, les lea en voz alta su propia historia.

Reseña
Veinticuatro semblanzas de animales que parecen de lo más usuales, pero, atento querido lector, podrían referirse a usted. Las narrativas descripciones son también mitologías, poemas en prosa y parábolas del ser humano. Además, todas consiguen un tono de intimidad que de inmediato genera un vínculo con el lector.

Opinión
Al leer Zorrillo el último no pude negar sentir que, lo mismo el puercoespín que la ardilla, vivía en gran medida en todos estos animales, y al revés. Así, ante la primera sospecha de que Roxanna pudo haberse basado en su gente conocida para crear la semblanza de cada animal, me atrevería a decir que supo ver profundo y más allá de cada persona, para conocerlas a todas y plasmarlas en veinticuatro animales que recuerdan y evocan a todos los que estuvieron, estamos y estaremos, animales y personas por igual.

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